domingo, 20 de diciembre de 2015

Educar entre la escucha y el respeto, Alfredo Hoyuelos (Junio 2002)


Todos queremos dar sentido a la existencia (Carla Rinalda)

LA BÚSQUEDA DEL SENTIDO

Todos, adultos y niños, estamos en la búsqueda de sentido a nuestra labor educativa, esto nos une.
  • ¿Cómo podemos encontrar juntos el sentido?
  • ¿Cómo podemos ayudarles a ellos y ellos a nosotros?
  • ¿Para qué va el niño a la escuela?
  • ¿Para qué vamos nosotros?

Escuchar a los niños: Hablamos mucho de los niños, quién más habla de ellos menos los frecuentan (los académicos). Hablamos mucho con ellos pero no los escuchamos.
Esto no es una moda ni una metodología, es una actitud que revoluciona el sentido.

Escuchar significa respetar sus capacidades para tomar decisiones. La escucha debe ser visible, documentada y debe dejar huella.
Memorias visibles para reclamar los derechos de la infancia. Lo que no ha dejado huella no existe (Loris Malagucci). 

Enfrentar la incertidumbre: Enfrentar los límites del conocimiento, no podemos prever todo. Vivir= caos+ necesidad. No podemos ser programados. Rechazar la programación, ir hacia el proyecto. Si tenemos programado no seremos capaces de escuchar lo que no esperamos. No al determinismo, el ser humano es capaz de acción, hay que esperar de él lo inesperable. Escuchar desde la sorpresa, el asombro, es distinto a pensar que el niño tiene un destino.

Respetar los tiempos de los niños: El ser humano es el animal que tiene la infancia más larga. Puede rectificar. No al estereotipo.

Soñar la belleza de lo insólito: Cada niño que nace es un interrogante, es inédito. No perder la capacidad de asombro cuando logran encontrar un nuevo sentido a algo que ya hemos visto muchas veces. Hemos dejado de asombrarnos ante lo extraordinario porque ya lo hemos visto otras veces (Riviere). Tratemos de escucharlo y dejarnos sorprender por su extraordinariedad.

No podemos educar sin la RISA: Uno de los sentidos de la educación es divertirnos (también la divergencia). Uno de lo parámetros de la calidad debería ser la risa, la capacidad de reír. Encontrar en una profesión la manera de divertirnos, el placer de reír juntos, con los niños, aprovechar la capacidad de ironizar que tienen los niños. Necesitamos recuperar el humor para favorecer todos los estratos. La rise una a todos, si la eliminamos sólo favorecerá a la clase burguesa.

Es necesario rechazar la mal llamada 'cultura del esfuerzo' de la ley de calidad: UNIRNOS PARA BUSCAR JUNTOS EN LA ESPERANZA QUE NOS QUEDA.

Afrontar una misión lúdica. Ser sólo los profesionales de la esperanza es demasiado reducido. Verlo como un modo de ganar dinero es reducirnos a funcionarios. Los niños no necesitan eso.

No se puede hacer educación sin EROS. Placer, pasión, amor. A través de nuestra profesión podemos encontrar sentido a nuestra propia existencia, que es una búsqueda común para todas las culturas. Un sentido existencia. 

El otro sentido es ecológico. La escuela no sólo sirve para educar a los crios. Es un motor de transformación social, nuestro papel no acaba cuando nos vamos. Debe servir. Educador como agitador político. Una conciencia política de transformación social para que la sociedad y las ciudades sean más acordes con los niños. 

Nostalgia de futuro. Esto no es una fiesta, un barco que tiene necesidad de un golfo, lugar cerrado y silencioso, porque tiene necesidad de pensar. Necesitamos pensar lo que hemos hecho y lo que no, por y con los niños. Salir del barco con mayor idea de los derechos de los niños. Son portadores de cultura propia y pueden contaminar la nuestra (no darles propinas). Es en los árboles donde el viento toma su forma corporea. Los hombres se reconocen en los hechos. Tendremos necesidad más que de nostalgia de ayer, una del futuro. (Loris Malaguzzi).


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