domingo, 27 de diciembre de 2015

Reggio Emilia y la pedagogía de Loris Malaguzzi


Fragmentos de una entrevista realizada por Novedades Educativas al doctor Alfredo Hoyuelos.

El encuentro con Reggio Emilia

En 1985, llega a Madrid la explosión de 'los 100 lenguajes del niño'; es allí donde tomo un primer contacto con la experiencia. Un año más tarde, en ocasión de una visita a Pamplona de Loris Malaguzzi para dictar un curso en la universidad, quedo fascinado e impactado por sus relatos, es por eso que viajé a Reggio Emilia, donde pasé un año y adonde regresé prácticamente cada año a realizar distintos trabajos, que terminan en 2001 con la presentación de una tesis doctoral europea sobre el pensamiento y la obra pedagógica de Malaguzzi.

Actualmente trabajo como atilierista (figura proveniente del mundo del arte que creó Loris Malaguzzi) en las escuelas infantiles municipales de Pamplona; se trata de nueve centros para niños y niñas de 0 a 3 años, en los que tratamos de traducir la experiencia reggiana en otro contexto.

La comuna de Reggio Emilia, ciudad del norte de italia, comenzó a instituir su propia red de servicios educativos hacia 1963, con la creación de las primeras escuelas de la infancia. Desde 1967/ 68, la comuna comenzó también a acoger  los requerimientos de municipalización de todas aquellas escuelas que, después de la guerra, habían sido creadas por iniciativa popular, dando vida así a una red de servicios educativos bajop la guía pedagógica del profesor Loris Malaguzzi, quien, por muchos años, dirigió, orientó y animó la experiencia (hasta 1994, año de su fallecimiento).

Estas instituciones educativas para la infancia se caracterizan desde siempre por la modernidad de las reflexiones teóricas y por el radial empeño  en la búsqueda y en la experimentación sostenidas por procesos de formación permanente en sus operadores.

Otras características distintivas son una organización del trabajo profundamente colegiada y relacionada; la importancia otorgada al ambiente como interlocutor educativo, la presencia del atelier (un espacio en el cual los niños pueden expresarse a través de la música, la pintura y sus múltiples lenguajes), y la intensa y vital co- participación en la gestión de parte de las familias y de los ciudadanos. 

Reggio Emilia está llamando la atención de maestros y maestras de todo el mundo y creo que eso ocurre porque los maestros, como hombres y mujeres,  tenemos una inquietud común a pesar de las diferencias culturales, que es la indagación permanente de las posibilidades humanas y la intención de dar un sentido humano a nuestra profesión. Creo que esto nos identifica  como maestros en cualquier lugar del mundo. Reggio Emilia representa, a mi modo de ver, esta inquietud, esa idea de ahondar en las potencialidades y posibilidades del ser humano. Supone desarrollar el sentido del educar, que se contrapone al sentido de enseñar.

La propuesta Reggiana, recogiendo algunas ideas de otras experiencias pedagógicas, plantea que los maestros y maestras vayan a las escuelas a aprender con los niños, allí un maestro es un investigador permanente que, además, no llega a conclusiones que puedan ser descritas de forma teórica, sino con documentaciones de proyectos reales que son narraciones de las posibilidades humanas.

Decía Loris Malaguzzi, en forma provocadora, 'para hacer una buena educación debemos cerrar los libros de psicología, pedagogía y didáctica'. Los cursos de formación de Reggio Emilia justamente tratan de profundizar no sólo en los aspectos del desarrollo psicológico, cognitivo y emocional de los niños y las niñas, sino también en el punto de vista de la cultura donde la escuela está inserta. Las aparentes disciplinas tradicionalmente han sido vistas como una disyunción, pero todas tienen una estructura común, que permite ver y amplificar el número de puntos de vista sobre la cultura. Por lo tanto, se necesita un perfil profesional que tenga un punto de vista amplio y complejo para poder realizar, con los niños y niñas, una experiencia no sólo educativa, sino cultural y social, que, a veces, la excesiva formación en psicología, pedagogía y didáctica no permite desplegar.

Tradicionalmente existen, por simplificar, dos posiciones sobre lo que tiene que ser el rol de la escuela y que corresponden a tradiciones sociológicas diferentes. Se trata de la eterna pregunta sobre si la escuela debe ser reproductora de la cultura y del ámbito social o si la escuela debe ser motor de transformación social.

La posición de Reggio sostiene que la escuela debe ser motor de transformación social, haciendo uso de la cultura existente, puesto que es un valor que poseemos, pero sin obviar ni matar omnipotentemente la cultura de la infancia.

Por lo tanto la escuela tiene 3 características:

En primer lugar, es motor de transformación social y no puede actuar solamente para la reproducción.
En segundo lugar, la escuela recoge los valores culturales en los cuales están insertos los niños.
Finalmente, la escuela tiene que tener la característica, sobre todo, de escuchar cómo es la cultura de la infancia, que muchas veces no se corresponde con la idea que el adulto tiene sobre la infancia. Recogiendo las ideas de los niños y las niñas, el adulto puede transformar su propia cultura a partir de los valores o del punto de vista que tienen los niños y niñas sobre la sociedad y la cultura.

Reggio Emilia aporta sobre todo un punto de vista estético, en el sentido del buen gusto, de la belleza. La estética es aquel arte de ver como aquellos elementos que aparentemente están aislados son puestos en relación. Malaguzzi decía 'debemos ser capaces de ver las relaciones antes que los términos relacionados'. Y esto es contrario al tipo de educación y de cultura que normalmente vivimos. Me refiero a lo estético, no a lo decorativo. Lo importante es que las maestras salgan de los esquemas rutinarios y acomodados en los que están para establecer procesos creaticos que tienen que ver con las posibilidades de transgresión de los acontecimientos que normalmente han sido vistos desde un solo punto de vista.

Por otro lado, Loris Malaguzzi habla de los 100 lenguajes del niño, no solamente habla del lenguaje plástico, músico, matemático aislados, sino de la integración y la interrelación de los lenguajes.

Cuando un niño dibuja, no solamente está haciendo plástica, tal vez está punteando y, además de dejar huellas, está produciendo sonido rítmico. Tal vez está dibujando una figura humana y tiene una experiencia con relación a la identidad del ser humano; otras veces, cuando un niño dibuja está intentando poner dentro de algo 5 cosas y, por lo tanto, desarrolla una experiencia matemática, espacial, topológica. Y también, cuando los niños dibujan, adoptan distintas posturas corporales para hacerloo, por lo tanto hay un componente motriz. El dibujo entonces no sólo es expresión plástica, sino una expresión en su máxima significatividad, donde se articulan los 100 lenguajes sin la separación que los adultos queremos ver de disciplinas diferenciadas.



domingo, 20 de diciembre de 2015

Educar entre la escucha y el respeto, Alfredo Hoyuelos (Junio 2002)


Todos queremos dar sentido a la existencia (Carla Rinalda)

LA BÚSQUEDA DEL SENTIDO

Todos, adultos y niños, estamos en la búsqueda de sentido a nuestra labor educativa, esto nos une.
  • ¿Cómo podemos encontrar juntos el sentido?
  • ¿Cómo podemos ayudarles a ellos y ellos a nosotros?
  • ¿Para qué va el niño a la escuela?
  • ¿Para qué vamos nosotros?

Escuchar a los niños: Hablamos mucho de los niños, quién más habla de ellos menos los frecuentan (los académicos). Hablamos mucho con ellos pero no los escuchamos.
Esto no es una moda ni una metodología, es una actitud que revoluciona el sentido.

Escuchar significa respetar sus capacidades para tomar decisiones. La escucha debe ser visible, documentada y debe dejar huella.
Memorias visibles para reclamar los derechos de la infancia. Lo que no ha dejado huella no existe (Loris Malagucci). 

Enfrentar la incertidumbre: Enfrentar los límites del conocimiento, no podemos prever todo. Vivir= caos+ necesidad. No podemos ser programados. Rechazar la programación, ir hacia el proyecto. Si tenemos programado no seremos capaces de escuchar lo que no esperamos. No al determinismo, el ser humano es capaz de acción, hay que esperar de él lo inesperable. Escuchar desde la sorpresa, el asombro, es distinto a pensar que el niño tiene un destino.

Respetar los tiempos de los niños: El ser humano es el animal que tiene la infancia más larga. Puede rectificar. No al estereotipo.

Soñar la belleza de lo insólito: Cada niño que nace es un interrogante, es inédito. No perder la capacidad de asombro cuando logran encontrar un nuevo sentido a algo que ya hemos visto muchas veces. Hemos dejado de asombrarnos ante lo extraordinario porque ya lo hemos visto otras veces (Riviere). Tratemos de escucharlo y dejarnos sorprender por su extraordinariedad.

No podemos educar sin la RISA: Uno de los sentidos de la educación es divertirnos (también la divergencia). Uno de lo parámetros de la calidad debería ser la risa, la capacidad de reír. Encontrar en una profesión la manera de divertirnos, el placer de reír juntos, con los niños, aprovechar la capacidad de ironizar que tienen los niños. Necesitamos recuperar el humor para favorecer todos los estratos. La rise una a todos, si la eliminamos sólo favorecerá a la clase burguesa.

Es necesario rechazar la mal llamada 'cultura del esfuerzo' de la ley de calidad: UNIRNOS PARA BUSCAR JUNTOS EN LA ESPERANZA QUE NOS QUEDA.

Afrontar una misión lúdica. Ser sólo los profesionales de la esperanza es demasiado reducido. Verlo como un modo de ganar dinero es reducirnos a funcionarios. Los niños no necesitan eso.

No se puede hacer educación sin EROS. Placer, pasión, amor. A través de nuestra profesión podemos encontrar sentido a nuestra propia existencia, que es una búsqueda común para todas las culturas. Un sentido existencia. 

El otro sentido es ecológico. La escuela no sólo sirve para educar a los crios. Es un motor de transformación social, nuestro papel no acaba cuando nos vamos. Debe servir. Educador como agitador político. Una conciencia política de transformación social para que la sociedad y las ciudades sean más acordes con los niños. 

Nostalgia de futuro. Esto no es una fiesta, un barco que tiene necesidad de un golfo, lugar cerrado y silencioso, porque tiene necesidad de pensar. Necesitamos pensar lo que hemos hecho y lo que no, por y con los niños. Salir del barco con mayor idea de los derechos de los niños. Son portadores de cultura propia y pueden contaminar la nuestra (no darles propinas). Es en los árboles donde el viento toma su forma corporea. Los hombres se reconocen en los hechos. Tendremos necesidad más que de nostalgia de ayer, una del futuro. (Loris Malaguzzi).


miércoles, 16 de diciembre de 2015

César Bona, Consejos para hacer de los niños unos lectores empedernidos

César Bona ha escrito en su Facebook este comentario tan interesante. Personalmente me ha gustado siempre mucho leer, incluyó muchísimos cuentos en mis proyectos de aula y si puedo suele ser uno de mis regalos favoritos para los niños. Este profesor me encanta por su forma de ver la educación, y por lo sencillo que hace que sea todo. Os recomiendo sus palabras y os animo a que vuestros regalos de reyes y vuestra carta a Sus Majestades este repleta de cuentos. Transcribo su post. 

Hagamos de los niños y niñas lectores empedernidos. 

Hay que estimular a los niños a leer, no obligar a leer. No podemos convertir un placer en una obligación.
¿Cómo estimular el placer en la lectura?
Hace un tiempo salía publicado un artículo sobre la lectura en los niños. Traduzco algunos tips y agrego otros propios. 
Podéis añadir vuestros trucos. 
Ahí van unas cuantas ideas:

-Debería haber libros y otros materiales de lectura allá donde hubiera niños: da igual la sala o habitación.
-Léeles en voz alta, léeles con pasión y, sobre todo, lee cosas que les inspiren, que les motiven.
-Cuéntales qué te gusta leer a ti, qué estás leyendo, qué géneros te gustan y por qué.
-La tarde de las linternas: bajad persianas y que cada niño tenga una linterna y un libro. Viaje a la imaginación asegurado.
-Usa “tarjetas de personajes de voz” (si no las hallas, invéntalas); desde la voz de susurro a la de un cowboy, de la de un presentador de noticias a una anciana. Se divertirán y querrán más y más.
-Silla de leer: El niño/a coge el libro que quiere, se sienta en la silla de leer y lee en voz alta a toda la clase (o en casa).
-Permíteles que dibujen lo que oigan.
-No sólo libros lee el hombre. Conviene tener otros formatos: cómics, revistas (las de curiosidades llaman mucho), periódicos…
-Da la opción a los niños de elegir qué quieren leer. Incluso un adulto, lo sabéis bien, encontrará aburrido leer algo que no le gusta. Preguntemos qué les gusta. Ese es el primer paso que hay que dar.
-Pide recomendación a los niños. Dales el poder de recomendar un libro. Eso hará que se sientan partícipes y, además, ¡tú sabrás la opinión de los expertos!
-Una pequeña librería en clase puede hacer que los niños que no tienen acceso a la lectura tengan esa opción.
-Debemos crear lugares confortables y placenteros que inviten a leer en ellos ¿Que quieren estar tumbados? ¡Adelante! ¡Fuera mesas, fuera sillas!
-En niveles de seres diminutos, pon peluches de animales en el rincón de lectura. Si se acostumbran a leer junto a ellos se sentirán más cómodos. Y ya no digo nada si leen a su gato o perro en casa… Maravilloso. A los animales les encanta que les leamos y compartir sus gustos.
(a mi gata, Sekspir, le encantan los sonetos).
-Crea espacios y tiempos para que los mayores lean a los pequeños. Positivo para todos (sí, romped moldes de horarios).
-¡De premio, leer! Si terminan antes de tiempo, qué mejor premio que invitarles a coger el libro que quieran y se sienten o tumben donde quieran.
-Introduce nuevos libros a lo largo del año. Los niños y niñas estarán emocionados y desearán empezar a leerlos.
-¡De compras con ellos! Seáis padres o maestros, ¿qué tal ir a una librería y que decidan qué comprar? (la tarjeta de crédito siempre a una altura donde no lleguen).
-Muestra en la puerta lo que estáis leyendo (fotocopia de portada, por ejemplo). Eso servirá para enganchar a otros lectores y para recomendar distintos libros.
-Invítales a crear sus propias historias. Qué mejor que convertirse en escritor de libros y leer tu propia historia a los demás (o que tengan acceso a tu libro en la biblioteca de clase).
-Prepara una fiesta de la lectura cada cierto tiempo: permíteles que lleven almohadones, animales de peluche… lo que deseen, y dedica una hora a disfrutar viendo cómo disfrutan.
-Y nunca, nunca, nunca jamás uses la lectura como un castigo: la lectura es un privilegio, un placer, y nunca un castigo.
(Artículo en http://goo.gl/W5qmJi)

domingo, 13 de diciembre de 2015

Aprender sin currículum

Carlina Rinaldi, Aprender sin currículum.

Esta autora describe cómo los servicios de infantil de Reggio Emilia han desarrollado un concepto distintivo de aprendizaje y evaluación.

El aprendizaje, hemos entendido en Reggio Emilia, no se produce de modo lineal, siguiendo etapas progresivas y siendo predecible hasta llegar a unos resultados predeterminados. Bien al contrario, el conocimiento se construye con avances, momentos de pausa y otros momentos de retroceso que pueden abrir nuevos caminos que a menudo conduces a lugares inesperados. Es un proceso de construcción, de experimentación y de reconstrucción de teorías que son, a la postre, nuestros modelos de interpretación del mundo. El aprendizaje es, también, un proceso grupal: cada individuo- pequeño o adulto-  se nutre de las hipótesis y las teorías de los otros, y también de los conflictos con los otros, que lo fuerzan a revisar constantemente sus teorías sobre la realidad.

En Reggio, usamos el término 'proyecto' para definir esta situación compleja, que implica un diálogo constante entre los niños y los adultos. La palabra italiana es 'progettazione', y preferimos usar ese término en vez de 'programmazione', que hace referencia a un currículum predefinido, a unos programas, a unas etapas... La palabra 'proyecto' evoca la idea de un proceso dinámico, de un viaje que encarna la incertidumbre y las oportunidades que siempre surgen en la relación con otras personas. El trabajo en proyectos crece en muchas direcciones, sin ningún progreso predefinido, sin ningún objetivo definido antes de iniciar el viaje. Implica ser sensible a los resultados impredecibles de la investigación y a la búsqueda de los niños. El curso de un proyecto puede ser, por lo tanto, muy corto o muy largo, continuo o discontinuo; siempre está abierto a cualquier modificación o cambio de dirección.

El trabajo del maestro es crear un conteto en el cual la curiosidad de los niños, sus teorías y búsquedas sean legítimas, y se escuchen; un contexto en el cual los niños se sientan a gusto y con confianza; un contexto en el cual la característica principal es el bienestar; un contexto de escucha, a muchos niveles. El rol del maestro implica hipótesis sobre los posibles desarrollos del proyecto, y eso exige escuchar, observar, documentar e interpretar lo que está pasando. De este modo, los maestros y las escuelas ayudan al niño, y al grupo de niños, a aprender como aprender, alentando su predisposición natural al establecimiento de relaciones y la consiguiente co- construcción de conocimiento.

Algunos visitantes que vienen a Reggio dicen que trabajamos con un currículum, que califican de maneras diversas: 'emergente', o 'proyectado', o 'integrado'. Pero como hemos dicho, nosotros no usamos la palabra currículum 'contextual', para capturar la idea de que el currículum está determinado por el diálogo entre los niños, los maestros y su entorno, y que se concibe como un camino o un viaje sin ningún destino predefinido.

 La elección de 'progettazione' en lugar de 'programmazione' tiene implicaciones sobre la evaluación. Para nosotros, el elemento central de la evaluación es la 'documentación pedagógica'. Los maestros y los niños de Reggio documenttan sus actividades cotidianas en el decurso de sus proyectos, y lo hacen de muchas maneras: con notas escritas, con grabaciones de vídeo o audio, o con el propio trabajo de los niños, por ejemplo. A través de esta documentación pedagógica se hace visible el aprendizaje, y se somete al diálogo, al pensamiento, a la argumentación, a la interpretación -no sólo  por parte de los maestros, sino tambien con los niños, las familias y cualquier otra persona interesada en participar. Es una evaluación que se concibe como reflexión e investigación, como una experiencia compartida más centrada en entender cómo se aprende y cómo se crea nuevo conocimiento que en medir si los niños han alcanzado un nivel u objetivo educativo predeterminado o una norma de desarrollo.

Carlina Rinaldi es asesora pedagógica de Reggio Emilia y profesora de la Universidad de Módena y Reggio Emilia.



jueves, 10 de diciembre de 2015

¡Adiós pañal!

Adiós pañal (Artículo Maestra Infantil)
Por Ana Roa García
Psicopedagoga y Profesora Especialista en Educación Infantil


El verano, la época adecuada para retirarlo

El control de esfínteres es uno de los objetivos más importantes en los primeros pasos de la evolución de un niño, pero conviene que se afronte sin prisa, pues es necesario que el pequeño esté preparado. El verano es una buena época para la retirada del pañal porque los niños llevan ropa más ligera y es más fácil enseñarles la diferencia entre seco y mojado. Sin embargo no es fácil controlar los esfínteres,  pues su contracción a voluntad propia implica músculos y mecanismos complicados que precisan un tiempo para ejercitación y cierta madurez psicológica.

Una etapa natural

El control de esfínteres se adquiere de forma natural,; es una etapa que debe pasar igual que la utilización del chupete, por ello no se puede forzar a los niños que aún no estén preparados. De la misma manera que cada niño comienza a caminar a su ritmo, lo que suele suceder cuando cumple el primer año de vida, no se puede fijar un momento específico para quitar el pañal, aunque suele suceder en torno a los dos años.

Cuando cumple 2 años

El niño está preparado para controlar esfñinteres alrededor de los 24 meses, y en algunas ocasiones un poquito antes. En esta etapa de su vida posee cierto desarrollo del lenguaje y comprenden lo que quieren decir palabras como 'baño', 'seco', 'mojado' y cierto desarrollo motor pues sabe andar correctamente, puede subir y bajar escaleras con ayuda...

Empieza a aprender

La retirada del pañal comienza cuando el pequeño se da cuenta de que lleva el pañal sucio y relata el momento en que está haciendo pis o caca. En algunas ocasiones pide que lo cambiemos o bien avisa antes de hacerse. Cuando se acerque la hora o el momento en e l que el niño suela manchar el pañal de caca (generalmente se controla antes que el pis), con paciencia le colocaremos sobre un orinal adecuado a su edad, para poder mostrarle que el pis o la caca salen de dentro de su cuerpo; siempre debemos enseñarle lo que ha hecho con el objetivo de que se familiarice con la utilización del orinal en el que verá sus propias deposiciones. Cada vez que suceda esto, felicitaremos al niño para reforzar su conducta.

Proceso lento

El proceso de adquisición del hábito de control de esfínteres es lento, aunque el niño aprenda cómo se hace en 15 días. Sin embargo, a veces se producen pérdidas y el proceso se retrasa; es muy importante no volverle a poner el pañal si ya hemos iniciado este aprendizaje, sería contraproducente. Tenemos de plazo hasta los 4 años, ya que si en esta edad aún no controla los esfínteres deberemos consultar a un profesional o psicólogo.

Recuerde


  • Todos los niños no aprenden al mismo tiempo a controlar esfínteres
  • Generalmente se controla antes la caca (que no suele escaparse una vez controlada) que el pis; no es conveniente regañar al niño cuando se le escape el pis durante el proceso de aprendizaje.
  • Si el niño pasa alguna noche fuera de su casa, no es aconsejable volver a ponerle el pañal.
  • No todos los niños tienen la misma necesidad de evacuar u orinar, ni la misma frecuencia.