miércoles, 16 de diciembre de 2015

César Bona, Consejos para hacer de los niños unos lectores empedernidos

César Bona ha escrito en su Facebook este comentario tan interesante. Personalmente me ha gustado siempre mucho leer, incluyó muchísimos cuentos en mis proyectos de aula y si puedo suele ser uno de mis regalos favoritos para los niños. Este profesor me encanta por su forma de ver la educación, y por lo sencillo que hace que sea todo. Os recomiendo sus palabras y os animo a que vuestros regalos de reyes y vuestra carta a Sus Majestades este repleta de cuentos. Transcribo su post. 

Hagamos de los niños y niñas lectores empedernidos. 

Hay que estimular a los niños a leer, no obligar a leer. No podemos convertir un placer en una obligación.
¿Cómo estimular el placer en la lectura?
Hace un tiempo salía publicado un artículo sobre la lectura en los niños. Traduzco algunos tips y agrego otros propios. 
Podéis añadir vuestros trucos. 
Ahí van unas cuantas ideas:

-Debería haber libros y otros materiales de lectura allá donde hubiera niños: da igual la sala o habitación.
-Léeles en voz alta, léeles con pasión y, sobre todo, lee cosas que les inspiren, que les motiven.
-Cuéntales qué te gusta leer a ti, qué estás leyendo, qué géneros te gustan y por qué.
-La tarde de las linternas: bajad persianas y que cada niño tenga una linterna y un libro. Viaje a la imaginación asegurado.
-Usa “tarjetas de personajes de voz” (si no las hallas, invéntalas); desde la voz de susurro a la de un cowboy, de la de un presentador de noticias a una anciana. Se divertirán y querrán más y más.
-Silla de leer: El niño/a coge el libro que quiere, se sienta en la silla de leer y lee en voz alta a toda la clase (o en casa).
-Permíteles que dibujen lo que oigan.
-No sólo libros lee el hombre. Conviene tener otros formatos: cómics, revistas (las de curiosidades llaman mucho), periódicos…
-Da la opción a los niños de elegir qué quieren leer. Incluso un adulto, lo sabéis bien, encontrará aburrido leer algo que no le gusta. Preguntemos qué les gusta. Ese es el primer paso que hay que dar.
-Pide recomendación a los niños. Dales el poder de recomendar un libro. Eso hará que se sientan partícipes y, además, ¡tú sabrás la opinión de los expertos!
-Una pequeña librería en clase puede hacer que los niños que no tienen acceso a la lectura tengan esa opción.
-Debemos crear lugares confortables y placenteros que inviten a leer en ellos ¿Que quieren estar tumbados? ¡Adelante! ¡Fuera mesas, fuera sillas!
-En niveles de seres diminutos, pon peluches de animales en el rincón de lectura. Si se acostumbran a leer junto a ellos se sentirán más cómodos. Y ya no digo nada si leen a su gato o perro en casa… Maravilloso. A los animales les encanta que les leamos y compartir sus gustos.
(a mi gata, Sekspir, le encantan los sonetos).
-Crea espacios y tiempos para que los mayores lean a los pequeños. Positivo para todos (sí, romped moldes de horarios).
-¡De premio, leer! Si terminan antes de tiempo, qué mejor premio que invitarles a coger el libro que quieran y se sienten o tumben donde quieran.
-Introduce nuevos libros a lo largo del año. Los niños y niñas estarán emocionados y desearán empezar a leerlos.
-¡De compras con ellos! Seáis padres o maestros, ¿qué tal ir a una librería y que decidan qué comprar? (la tarjeta de crédito siempre a una altura donde no lleguen).
-Muestra en la puerta lo que estáis leyendo (fotocopia de portada, por ejemplo). Eso servirá para enganchar a otros lectores y para recomendar distintos libros.
-Invítales a crear sus propias historias. Qué mejor que convertirse en escritor de libros y leer tu propia historia a los demás (o que tengan acceso a tu libro en la biblioteca de clase).
-Prepara una fiesta de la lectura cada cierto tiempo: permíteles que lleven almohadones, animales de peluche… lo que deseen, y dedica una hora a disfrutar viendo cómo disfrutan.
-Y nunca, nunca, nunca jamás uses la lectura como un castigo: la lectura es un privilegio, un placer, y nunca un castigo.
(Artículo en http://goo.gl/W5qmJi)

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