jueves, 29 de marzo de 2012

La televisión ¿canguro de los más pequeños?

Os transcribo un artículo que he sacado de la Revista de Aula de Infantil (nº 47). Parten de las recomendaciones y deliberaciones del Consejo Superior del Audiovisual de Francia relativas a la protección de los menores, de 22 de Julio de 2.008, publicadas el 14 de Agosto de 2.008 (www.csa.fr).

Es de hace unos años pero me ha parecido lo bastante interesante como para copiarlo aquí.


                Recientemente se han prohibido en Francia los programas televisivos dirigidos a niños menores de 3 años. Ya no se trata de alertar sobre los efectos nocivos de la televisión, ni de pedir- como se viene haciendo desde hace años- que se eviten contenidos inadecuados en los tiempos en que los niños pueden estar despiertos. Tampoco se trata de una recomendación genérica de que los pequeños no vean mucha televisión. El Consejo Superior de Audiovisual, junto con el Ministerio de Sanidad del país vecino, ha tomado una decisión radica en el ámbito de la salud pública: prohibir los programas dirigidos a los más pequeños. Esta decisión, basada en estudios científicos sobre el efecto perjudicial en el desarrollo temprano, ha sido una medida valiente si tenemos en cuenta los intereses comerciales de las empresas audiovisuales y de las cadenas televisivas.
                Esta posición contrasta con nuestra realidad, en la que los pequeños tienen acceso a la televisión desde la cuna. ¿En cuantos hogares nada más entrar en casa se enchufa la televisión? ¿Cuántos niños pequeños desayunan, comen y cenan entretenidos con dibujos animados? ¿En cuantas casas el DVD se convierte en canguro? Y no sólo en los hogares: aún quedan muchos centros infantiles que recurren de forma cotidiana al entretenimiento de los programas infantiles en horarios ‘no lectivos’.
                Se ha abierto, además, toda una corriente comercial de exitosos programas para bebés, con base audiovisual, supuestamente educativos, que evidentemente atraen la atención de los más pequeños. No sólo los compran las familias, con toda la buena intención de desarrollar la inteligencia de sus criaturas, sino que cada vez se están utilizando más en el contexto de las escuelas, en especial en el primer ciclo de educación infantil.
                Hay que revisar la idea de que ‘si les gusta y entretiene’, es bueno. Niños con graves alteraciones del desarrollo se quedan fascinados mirando los anuncios, los concursos o determinados dibujos. ¿Quiere esto decir que son estímulos adecuados? Muy al contrario, para ellos se trata de un bombardeo de estímulos luminosos y sonoros que los aíslan del entorno ‘real’.
                En este tema, como en otros, se tiene que acabar el tiempo de las opiniones para dar paso al tiempo de evidencias científicas. Y, hoy por hoy, los estudios sobre la repercusión de la exposición excesivamente temprana a la televisión señalan dificultades: ‘alteraciones del desarrollo como pasividad, retrasos del lenguaje, inquietud, alteraciones del sueño, alteraciones de la atención y dependencia de las pantallas’.



Isabel

No hay comentarios:

Publicar un comentario