Cuando hablamos de resiliencia, nos
referimos a la capacidad de las personas para afrontar, sobreponerse y salir
fortalecido de experiencias trágicas, adversas y dolorosas. De una persona que
es capaz de recuperarse y continuar la vida con su ritmo habitual, e integrada
en la sociedad en que vive, se dice que posee ‘resiliencia adecuada’. Y esto es
porque puede superar y sobreponerse a los contratiempos y obstáculos más
difíciles e incluso salir fortalecida de ellos.
Actualmente es necesario fortaleces a
niños y niñas en su interior para que sean capaces de resistir las dificultades
que se van a encontrar en esta sociedad, muchas veces competitiva y hostil;
para ello conviene analizar las experiencias de cada etapa de su crecimiento,
tanto físico como psíquico, para aprender de ellas y reconocer en los niños y
niñas sus potencialidades y aptitudes. Este proceso es necesario para obtener
una serie de pautas que desembocarán en una resiliencia adecuada.
¿Cómo
podemos ayudar a los niños y niñas para que adquieran la fuerza necesaria para
afrontar los contratiempos en cada etapa de sus vidas?
- · Fomentando una buena autoestima y el autoconcepto positivo
- Facilitando el descubrimiento de los defectos y las virtudes, las fortalezas y las debilidades
- · Desarrollando sus potencialidades
- · Estimulando la expresión de los propios sentimientos y las relaciones emocionales positivas
- · Aprendiendo de los errores
- · Siendo creativos y flexibles frente a las diversas situaciones
- · Enseñándoles a saber pedir consejo y ayuda cuando sea necesario
- · Promoviendo un buen autocontrol y criterio reflexivo antes de actuar
- · Transmitiendo sentido del humos y optimismo
Los 3 primeros años de vida son
fundamentales cuando hablamos en términos de resiliencia.
Las
experiencias de estrés y la resiliencia en niños y niñas
La resiliencia se va construyendo y
forjando durante la infancia si el niño se encuentra en un hogar seguro. No
obstante, hay experiencias estresantes (muerte de algún progenitor,
desaparición de alguna de las partes debido a divorcio o separación,
incapacidad para desarrollar la labor parental debido a enfermedad…<9 que
pueden alterar el desarrollo psicológico del niño; en esos momentos necesita un
marco adecuado que le permita una sólida y renovada afectividad para poder
continuar su vida de manera equilibrada.
Encaso contrario, es decir, cuando no
existe una vinculación después de una pérdida afectiva importante, aparecerán
patologías psíquicas: fobias, obsesiones… El niño/a necesita un lazo social
extenso que lo sujete en momentos traumáticos y les permita poner en marcha
mecanismos de defensa para salir de esta etapa y no quedar anclado en ella. A
veces, es suficiente con una persona adulta que lo acoja y acompañe en el
sentir de ese sufrimiento: el niño/a saldrá fortalecido y sensible al resto de
personas que pasan por momentos trágicos como el que le sucedió a él; su forma
de actuar, en la mayoría de las ocasiones, estará presidida por ‘dar’ a los
demás.
Un niño/a que ha padecido traumas significativos
en los primeros años de vida puede convertirse , por tanto, en un adulto
completo y equilibrado si formamos sus capacidades de resiliencia para afrontar
el sufrimiento.
Intervención
en la resiliencia en niños y niñas. Recomendaciones.
Existen tres pilares básicos que forjan
la capacidad de resiliencia.
·
El juego y el sentido del
humor: Es importante enseñar al niño/a a no tomarse las cosas tan a pecho para
evitar que sufra bloqueos emocionales. Nada mejor para este fin que el sentido
del humor, el mirar las cosas desde ‘el revés’ y tomar distancia de los
conflictos. La imaginación, la creatividad y la fantasía que los niños/as
desarrollan en los juegos sitúan las señales dramáticas en su sitio exacto para
que no acaparen los mecanismos de defensa de la psique.
·
Las personas guía: Los grupos
de resiliencia constituyen el apoyo y el estímulo del niño/a para que se siente
arropado. En ellos depositan afectos y admiración. Cuando hablamos de ‘redes de
contención’ nos referimos a los vínculos que impiden al niño/a sentirse a la
intemperie dentro de su propia vida.
·
El automensaje: El niño/a
elabora un mensaje para sí mismo; es necesario que interiorice: ‘me quiero,
confío en mí, puedo mantenerme en la vida’. Actualmente es necesario el
fortalecimiento interior de los niños/as para poder resistir en un mundo
sumamente difícil. La labor educativa y el desarrollo de la capacidad
intelectual son factores básicos a tener en cuenta, pues, según las
investigaciones, a mayor inteligencia, mayor capacidad de resiliencia. Es
importante que el niño/a pueda desarrollar su tarea escolar contando con el
apoyo de un ambiente familiar sano en todas sus perspectivas.
Isabel
Muy buen Post.
ResponderEliminarSu.