Los abuelos son un poco padres, un poco amigos y siempre defensores de sus nietos. En la niñez los abuelos reflejan una imagen de amor diferente pues los nietos les dan la oportunidad de amar más libremente y recargar sus fuentes de energía en una etapa de valoración difícil en el ser humano. La relación abuelos- nietos es una de las razones dentro de la familia para vivir con alegría. Su existencia afianzará unos lazos siempre especiales y despejará ciertos temores de aquellos padres que aún deben continuar trabajando.
Los abuelos establecen unos cuidados continuos con coherencia y responsabilidad para cubrir las necesidades de sus nietos. Generalmente se convierten en los mejores canguros, 'canguros de lujo', con gran placer. Son la mejor compañía pues hacen que los nietos se sientan seguros y muy queridos, así no echarán tanto de menos a sus padres. ¿Con quién podrían estar mejor?.
A partir de los seis o siete años, cuando se van convirtiendo en pequeños adultos, los niños son escuchados y comprendidos pacientemente por sus abuelos, con quienes comparten sus dudas a fin de sentirse protegidos ante situaciones desconocidas para ellos, pero no para los abuelos. Encuentran una seguridad diferente de la que les dan sus padres, pero tan necesaria como ella.
Los abuelos escuchan a nuestros hijos facilitando su adaptación a las más diversas situaciones.
¿Que cosas contarán los abuelos a nuestros alumnos de E.I.? ¿Utilizarán correctamente sus experiencias de vida a favor de nuestros niños?
Los abuelos son expertos narradores y no hay mejor cuento que el narrado por un abuelo al cual escuchan los nietos entusiasmados dando lugar a momentos agradables, placenteros, y desarrollando la imaginación y la creatividad del niño. Los cuentos de los abuelos son mitad verdad y mitad fantasía... son MAESTROS de los niños por su propia experiencia. Las historias que contarán los abuelos a nuestros niños les transmitirán modelos de vida mucho más ricos y directos que los que ellos pueden ver en libros o en la televisión. Algunos relatarán con cariño las travesuras de sus padres cueando eran niños y ellos se asombrarán descubriendo cómo sus papás también fueron pequeños. Los abuelos serán un poco padres, pero sólo un poco, y disfrutando de este placer tendrán poder sin responsabilidades proporcionando a los nietos juegos y caprichos; pero a su vez establecerán ciertos límites que soporten una convivencia llena de actividades nuevas.
Las historias que los abuelos cuentan sobre la vida de sus hijos, o sea, los padres, cuando ellos también eran niños, hacen que el niño tenga un sentido de continuidad de la familia. Por otra parte, los nietos constituyen en los abuelos la unión pasado- futuro en la dinastía de la familia; les recuerdan cómo eran ellos como padres, qué vivieron cuando estaban en posición de hijos y qué sintieron respecto a sus padres.